Una de las cosas que más intriga a mamás y papás cuando están esperando tener un bebé, es saber exactamente el color de sus ojos. Y es que es inevitable que durante 9 meses de embarazo sin poder saber con detalle cómo será tu hijo, no te hagas estas preguntas y probablemente algunas más.
Siento decirte, que tendrás que esperar incluso tiempo después de haber dado a luz, para saber el tono concreto de los ojos de la criatura, pero eso te lo cuento más abajo. Primero vamos a ponernos en situación y entender los factores que determinan o no, la genética de una persona. ¡Hablemos de ciencia!
Seguro que te suenan los términos "dominante" y "recesivo". Pues bien, los genes recesivos que se atribuyen a colores claros, por norma general, se encuentran en desventaja con los dominantes que vienen siendo los tonos marrones. Esto quiere decir que, si el padre tiene los ojos marrones y la madre verde, lo más probable es que el niño salga con el iris de color marrón.
No obstante, en muchas ocasiones los recesivos pueden sobrevivir y heredarse. De ahí que en ocasiones los niños aparecen con colores claros sin que ninguno de sus padres tenga estos rasgos.
¿Esto siempre es así? La respuesta es, no.
La genética es muy caprichosa, no hay reglas precisas, así que siempre que hablemos de ella nos apoyaremos en probabilidades basadas simplemente en estadísticas generales.
La mayoría de los niños al nacer tienen un tono de ojos azul oscuro o grisáceo, y esto se debe a que los melanocitos del ojo han permanecido en la oscuridad durante todo el embarazo al desarrollarse en el vientre materno.
Cuando el bebé nace, sus ojos entran en contacto por primera vez con la luz, y es cuando los melanocitos comienzan a hacer su trabajo, y, poco a poco, a dar lugar a la pigmentación de los ojos de cada bebé.
El color de ojos de una persona se debe a los pigmentos que se producen en unas células del iris denominadas melanocitos, que además son responsables del color de la piel y el pelo. Los melanocitos pueden producir dos tipos distintos de pigmento: eumelanina (marrón-negro) y fenomelanina (rojo). En los ojos oscuros hay una abundancia de melanocitos y pigmento, particularmente eumelanina (marrón-negra). En contraste, los ojos azul claro tienen muy poca cantidad de pigmento. No existen los pigmentos azules como tal en nuestros ojos. En lugar de eso, los ojos de un individuo son azules debido a las fibras de colágeno blanco en el tejido conectivo del iris. Estas fibras dispersan la luz y hacen que el iris se vea azul. De esta forma, el iris azul es una consecuencia de la estructura, no de grandes diferencias en la composición química. Las diferentes tonalidades de marrón, azul y verde son determinadas por el grosor y densidad del iris y el grado de acumulación de las fibrillas de colágeno blanco.
Colores en los ojos
Hay tantas posibilidades como pigmentos existen en los genes, estos son los más comunes:
A continuación te dejo una tabla con las estadísticas, de todos modos en nuestro Instagram o haciendo click AQUI vas a poder ver una explicación a fondo, de porque se dan estos porcentajes.